Solía pensar que entendía cómo funciona el mundo. Votamos, podemos exigir que los gobernantes actúen, podemos quejarnos de lo que hacen, o dejan de hacer. No conocía las estructuras legales internacionales construidas para impedir la autonomía y la gobernanza de los países. Jason Hickel dedica un capítulo a este tema en the Divide: este libro trata íntegramente sobre esto, con investigaciones realizadas en 25 países. La CIADI (el centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), del Banco Mundial (un sector muy discrete y poco conocido) es un acuerdo jurídico internacional que permite a las empresas demandar a los gobiernos por cualquier cosa que interfiera, real o potencialmente, con sus beneficios, desde las leyes que protegen a los trabajadores hasta las que limitan los impactos sobre el medioambiente. Este sistema paraliza por completo lo que pueden hacer los gobiernos y se creó activamente como una estructura legal para garantizar que las corporaciones puedan tener siempre a mano de obra barata y a recursos naturales. Y por supuesto, entre más pobre el país, más difícil le es defenderse. Por ejemplo, hoy, Honduras está siendo demandada por un tercio de su PIB por una corporación estadounidense. Además, está esta entrevista en Planet Critical sobre este libro: https://podcasts.apple.com/mx/podcast/planet-critical/id1545009586?i=1000633440050